viernes, 15 de octubre de 2010

Tradición , nostalgias y actualización

Tradición, nostalgias y actualización.
(Leo y comento, algunos conceptos de un libro excepcional.”Un ritual, una estética” de Olatz G. Abrisketa.)

La canción “Laida  Pilotaría” expresa la posición que ocupa el plaza gizon. Jugadores leales, que toman parte para enaltecer la nación en el imaginario pelotazale.
 Hoy en día esa figura, no existe, por las circunstancias actuales del deporte en general.

Hay pelotas de muchos tipos: botonas, vivas, de medio bote, finas, entre finas, renovadas, esperando de todas ellas, que sean nobles.
La noble es la que no hace extraños.La pelota acompaña al ritual y vincula todo lo que acompaña al ritual.
Hoy día las empresas ponen en el cestaño, las que más les conviene para sus intereses.

 El lanzar las txapelas a la cancha es expresión tangible de la entrega del público al pelotari, garantía de consagración.
 Hoy día  casi nadie usa txapelas. La garantía de consagración la dan las estadísticas de los títulos.

A finales del XIX, los frontones y los hipódromos marcaban la élite de la sociedad en ciudades de Italia, Argentina, Cuba, USA, Brasil, Filipinas y España.
Hoy día ninguno de los dos espectáculos marcan nada en el día a día.

Los pelotaris usaban los colores de los gerrikos para distinguirlos en el transcurso del encuentro. Ahora además lo hacen con sus camisas, rojas y azules, que eran los que predominaban en los bandos de los oñacinos y ganboinos en la parte sur de nuestra tierra; mientras que en el norte, por concepto de rivalidad antagónica  entre los linajes de Urtubia y Saint Pée se usaban el blanco y el rojo.
 Hoy día los azules y los rojos en la empresa Frontis, son muy pálidos y en Iparralde, las camisa son la roja  y la verde.
En los jai alais, en las quinielas las camisas de los “players” son rojas, azules, blancas, verdes, amarillas, marrones y púrpuras y en la empresa de Markina los puntistas lucen el rayado horizontal rojiblanco y blanquiazul.  

Juraban ante un cura antes del partido los pelotaris lealtad y nobleza y el juez imparcialidad, levantando el brazo con la mano abierta o con la herramienta.
Hoy día se ha quedado en un símbolo, casi podríamos llamarlo de saludo a los espectadores.

Antes el juez lanzaba un doblón de oro (león y castillo), para decidir quien efectuaba el primer saque.
Hoy día se hace con una chapa coloreada por un lado de rojo, y por otro de azul.

Todo cambia. Las tradiciones se superan con el desarrollo. A las 12, ya no se reza el Ángelus; generalmente a esa hora no hay partidos de profesionales, y en aficionados se ha perdido ese acto, quizá por antigualla, o anticonstitucional, en un estado aconfesional.

José Luis Latasa.



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